¿Por qué la disciplina de las batallas de freestyle está en auge? ¿Por qué hay millones de personas atentas a lo que sucede en el rubro? ¿Qué es lo que atrae tanto la atención de la gente?
Sin dudas la respuesta a estas preguntas genera largos debates dentro y fuera del ambiente de las batallas, y hay muchas teorías, pero si hay algo en lo que casi todos coinciden es en que es una disciplina muy completa.
Mucho se ha debatido acerca de si es un arte o un deporte, y no es nuestra intención sumar a ese debate ya que el freestyle tiene mucho de los dos.
¿Podemos acaso negar que alguien que está inventando en tiempo real palabras, melodías, respuestas y estructuras es un artista? La disciplina exige y premia al competidor cuando este logra ejecutar buenas melodías, cuando se monta musicalmente a la base, cuando teatraliza y se despliega en el escenario. El freestyler se adueña de la tarima desplegando una serie de recursos que lo convierten innegablemente en un artista.
Incluso hay un fuerte peso estético con el que los competidores lidian todo el tiempo, tanto dentro de la improvisación, como en la elección de ropa o el peinado con el que se muestran.
Para reforzar este concepto, podemos ver que la mayoría de los freestylers son también compositores, hacen temas y en muchos casos hacen shows en vivo.
Ahora, ¿qué es lo que los convierte en atletas o deportistas? Bueno, forman parte de una competición deportiva, donde hay ganadores y perdedores, donde hay descensos, donde hay campeones, clasificaciones, etc. Sin lugar a dudas, el ecosistema del freestyle de competencia es totalmente deportivo.
Aparte de estos hechos objetivos, lo que vino ocurriendo con el freestyle en los últimos años es que, al volverse tan exigente y competitivo, empezó a requerir que sus protagonistas empiecen a llevar una vida o un entrenamiento propio de un atleta.
Pasa a ser importante dormir bien previo a un evento, alimentarse de forma consciente, prepararse mentalmente. De repente empezamos a hablar de psicólogos deportivos, de rachas, de rendimiento, análisis estadísticos, y demás.
Y por sobre todo, aparece un concepto clave para el freestyle moderno: el entrenamiento. Todavía hay un fuerte debate interno y encontramos algunos competidores que dicen que no entrenan, pero muchos otros se excusan de no haber entrenado lo suficiente después de una derrota.
Está claro que el concepto de entrenamiento de freestyle es algo novedoso, que está en etapa de desarrollo, y que empieza a ser formalizado, principalmente de la mano de Infranich.
Es el propio Infranich quien estará a cargo de disertar sobre estos temas y muchos más en el nuevo curso que traen la Universidad de Palermo en conjunto con Urban Roosters. Aprende las claves de este universo. Aprovecha su moderna plataforma virtual, y la experimentada y enriquecedora visión de Infranich (juez, profesor, creador de contenido y referencia en el freestyle hispanohablante).
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