Un día como hoy, pero de 1977, nació Emanuel David Ginóbili en Bahía Blanca, Argentina. Manu, como mejor lo conocen, siempre se destacó por su creatividad y su constancia a la hora de entrenar, incluso desde pequeño. Esas cualidades, además de su innegable talento, lo llevaron a la NBA, en donde se convirtió en uno de los jugadores más influyentes de la liga.
Manu se retiró del básquet profesional hace pocas semanas. PH: Diario Popular
Debuto en el Club Andino, de La Rioja, en 1995. Pese a que sus primeros partidos en la Liga Nacional de Básquet no fueron buenos, sus aportes lo hicieron cada vez más decisivo en la plantilla, y al final del año ganó el premio al mejor debutante del campeonato. Antes de dar su primer salto a Europa, la rompió en su ciudad natal, jugando para Estudiantes de Bahía Blanca.
En 1997 recaló en el Reggia Calabria, de Italia, y a los dos años fue seleccionado en el 57° puesto del Draft de la NBA por San Antonio Spurs, pero el astro argentino aceptó una oferta del Kinder Bolonia para continuar su formación en el Viejo Continente. Una decisión más que acertada para Ginóbili ya que en ese club ganó cuatro títulos, incluyendo una Euroliga, siendo el MVP de las finales.
Luego del Mundial de Indianápolis 2002, en el que Argentina fue subcampeona, encontró su lugar en el mundo. San Antonio fue la ciudad que adoptó a Ginóbili para que sea parte de su equipo de básquet y de su historia. Historia más que conocida para todos los fanáticos del deporte. Cuatro anillos de la NBA, de los cinco que ganó la franquicia fueron más que suficientes para que retiren su emblemática camiseta N° 20 y sea, casi con seguridad, el primer argentino en ingresar al Hall Of Fame.
Pero el romance con los Spurs no es el único en la vida de Manu. La Selección Argentina fue, sin dudas, donde Ginóbili demostró lo que sentía por el juego. Fue el líder de la gloriosa camada llamada “Generación Dorada”, que fue subcampeona en el mencionado Mundial 2002, ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y obtuvo la medalla de bronce en Pekín 2008. Ese seleccionado es mundialmente conocido por provocar un “bache” en la hegemonía demostrada por Estados Unidos, ganándole dos veces al Dream Team.
Ginóbili tuvo un impacto importantísimo tanto en el deporte como en la llamada “cultura NBA”, es considerado como uno de los 100 jugadores más influyentes de la historia de esa liga y ha transmitido una serie de valores que fueron recibidos y adoptados por las jóvenes promesas del básquet. Por eso, y por muchas otras cosas más, le deseamos un feliz cumpleaños al bahiense que hizo que la Argentina vuelva a sentirse parte de la élite del deporte de la pelota naranja.
Artículo redactado por Juan Manuel Garrido, miembro de la Urban Rooster Army.