
Un día como hoy hace 18 años, Jay-Z anunciaba (falsamente) su retiro con The Black Album. El ícono de Brooklyn decía que su octavo disco de estudio marcaría un cierre en su carrera, lo cual rápidamente se supo que no ocurriría (Al año siguiente salieron sus colaboraciones con R. Kelly y Linkin Park), pero no deja de ser un destacado de su discografía.
Comenzando con la primera pista, «December 4th», este álbum lleva al oyente a un viaje nostálgico. Esta historia sobre sus orígenes marca el tono del álbum, en el que Jay dice sentirse subestimado por la industria y la comunidad del rap en su conjunto.
Además de reclamar su lugar como el más grande, Hov lleva con orgullo su fortuna tanto como su sabiduría de la calle. Los singles «Change Clothes» y «Dirt Off Your Shoulder» son ejemplos perfectos de la arrogancia particular que Jay-Z trajo al rap. Desde “Threats” hasta “Lucifer”, parece que Jay está desafiando directamente al resto del mundo del rap a ponerse a su nivel antes de que nunca más tenga la oportunidad.
El álbum termina con dos canciones que se postulan como una despedida: tanto «Allure» como «My 1st Song» muestran a Jay-Z haciendo las paces con el supuesto final de su carrera, que ya sabemos hasta el día de hoy no ha llegado.
Con la producción de Kanye West, Just Blaze, The Neptunes, Timbaland, 9th Wonder, Rick Rubin, DJ Quik e incluso Eminem, es fácil ver por qué este álbum es tan asombroso. Aparte del prolífico equipo de producción, Jay-Z armó uno de sus álbumes más exitosos sin ningún feat (aparte de un estribillo cantado por Pharrell).
Comercialmente, el álbum alcanzó el puesto # 1 tanto en la lista Top R & B / Hip-Hop como en la lista Billboard 200 (donde apareció dos veces, cada una durante una semana). El álbum también fue triple platino en los Estados Unidos y apareció en los ránkings de 8 países.