Argentina está viviendo una revolución musical. La trascendencia que están tomando los géneros urbanos como el rap y el trap están acaparando todas las miradas y el Lollapalooza fue la radiografía perfecta para explicarlo.
Paulo Londra (izq.) y Steve Aoki (der.) en el primer día del Lollapalooza. PH: Infobae.
Si bien siempre se cuenta con una figura internacional, como pasó en 2016 que tocaron Eminem y Snoop Dogg, el público se reunió masivamente para escuchar a artistas que hace unos años sonaban para un público más acotado.
Este año, parece que es el año del trap en los grandes festivales. Bastó con ver el Escenario Alternativo del Cosquín Rock para darse cuenta que la cosa iba en serio y podía convocar una marea de gente impensada años atrás. En el caso del Lollapalooza, los artistas compartieron escenario con músicos de todo el mundo, y hasta sirvió como ocasión inmejorable para que Paulo Londra estrene su remix de Forever Alone con nada más ni nada menos que Steve Aoki, que ya había mostrado interés en los géneros urbanos y colaboró con leyendas del reggaetón como Daddy Yankee y Nicky Jam.
Esto último tiene su trasfondo, porque uno de los DJ’s más convocantes del mundo no pondría sus ojos en un ritmo que no identifique a la gente, y allí también se nota la influencia del trap y del rap. Esas batallas en las plazas que alcanzaron una dimensión difícil de pronosticar sirvieron como semillero de estos MC’s que se presentaron en un festival de calibre internacional, y no fue solo el caso de los más populares como Wos, Cazzu, Khea o Dakillah, sino que también tuvieron su lugar Seven Kayne, Ca7riel, C.R.O., Neo Pistea y Lucho SSJ. Éstos, que quizás no figuran en las playlists de aquellos que no están empapados por la cultura del rap, tuvieron su chance de mostrarse en el mismo escenario por el que pasaron leyendas internacionales del género, como Post Malone o Kendick Lamar.
Al igual que el año pasado, el Lollapalooza pudo disfrutar de los mejores freestylers del país y aumentó la apuesta con respecto al desempeño de 2017. En esta ocasión se enfrentaron ante 50 mil personas: Papo vs. Dtoke; Dozer vs. MKS; y Dani vs. Trueno.
Atendiendo a los hechos, la conclusión parece obvia. El trap y el rap acapararon una gran parte de la escena musical en Hispanoamérica, algo parecido a lo que está pasando en Estados Unidos.
Lo que antes era el semillero se convirtió en un espectáculo, que transformó a los MC’s en celebridades y adquirieron una notoriedad tan grande que comenzaron a figurar en los primeros planos internacionales. La cadena es lógica, y es por eso que la cultura se está nutriendo cada vez más con los valores del género urbano.
Artículo redactado por Juan Manuel Garrido, miembro de la Urban Rooster Army.
