Es un día hermoso en Mar del Plata, de esos para estar en una playa tirado en una lona en la arena, pero no, cierro las persianas y me pongo a escribir sobre #FMSROSARIO. Estoy inquieto, no estoy de acuerdo con algunos resultados, me repito una y otra vez, pero la intención de estas notas es entender y, de ningún modo, manifestar mis quejas de espectador. Me encantó la jornada pero -por lo anterior- voy a tener que volver a ver algunas batallas. Pero antes, mucho antes de ponerme con esa tarea de precisión, voy a anotar mis impresiones, los posibles títulos que se me vienen a la cabeza son: “Cacha contra todos”, “Klan, u otra vuelta de tuerca”, “Papo, la máquina de ganar”, “Wos, el perseguidor”, “Llegaron los puntos y los Truenos”, “El hardcore de Dtoke en crisis”, “MKS venció después de una réplica a uno de los de arriba”, y la lista sigue… pero voy a detenerme a abrir algunos conceptos antes de meterme a analizar -y repasar- batalla por batalla.
En la nota previa dije que una de las características de la FMS argentina era la noción de “ficción”, es decir, la capacidad de contar historias que tiene la versión criolla. En este sentido, en muchas oportunidades, el Misionero lo dice explícitamente: “esto es un juego, no están hablando en serio, son profesionales”. El sábado pasado se dio toda una discusión en escena sobre la mención a las drogas y el ser un referente para muchos jóvenes. Dtoke habló de ellas y a partir de esto Trueno se lo recriminó una y otra vez. Pero más allá de esto -que posiblemente habilite una enriquecedora discusión- me pregunto por la extensión del término de “ficción” cuando pensamos esta noción en un espectáculo de peleas de gallos. A pesar de que va contra el sentido común de la gente, el concepto de “ficción” no es opuesto a verdad, y por lo tanto, no debe pensarse como mentira. Que algo sea ficticio no significa que sea falso, sino más bien que supone una noción de construcción o de autoconstrucción -me refiero a los propios MC elaborando un estilo, por ejemplo- que habilita múltiples dimensiones de análisis.
En este sentido, podemos pensar como estrategia aquel primer título que mencioné, es decir, que Cacha se haya enfrentado a todos -incluso contra el jurado- como un modo de posicionarse, de intentar lograr llamar la atención, de encontrar un rol dentro del juego. Luego lo desarrollaré más en profundidad pero me parece un gran hallazgo del MC, construirse desde ese lugar en un campeonato que parece pedir algo más que rapear adecuadamente. Así, lo vimos -en la fecha pasada y en esta- haciendo crecer su principal habilidad, el doble tempo, y reclamando por el valor de este recurso, insinuando y posicionándose como un gallo infravalorado. De un modo similar, vimos un Klan casi poseído, fluyendo -por momentos- de un modo en el cual las palabras no parecían seguir un hilo mundano, a tiempo con la caja y el bombo, pero que parecía venir de otro mundo. Luego, cuando la batalla ya casi estaba concluida el mismo lo dijo: “volví”, un “estoy de vuelta” que habla de un tipo de gallo humano en un sentido amplio, quiero decir con virtudes admirables, pero con defectos del mismo calibre.
Un segundo punto general del sentido de “ficción”, de su lógica y devenir, es que sus límites son impredecibles. Generalmente, la lógica del arte se escapa a las constantes y modas, cuando algo se hace popular, el arte rehúye de estos artificios, busca nuevos modos de manifestarse, y así, lo que un día está bien y funciona, el otro está mal y se transforma en una maquinaria muerta. Esto nos permite pensar como el estilo de Replik y Dani, estilo que funcionó casi como fascinación en las primeras fechas y era la explicación de que estos MC ganaran puntos, no pareció ser efectivo en la quinta jornada. Ambos perdieron sus enfrentamientos como si sus recursos hubieran perdido la magia que tenían en las fechas anteriores. Como si los espectadores hubieran descubierto cómo es que hacía el mago para hacer sus trucos. Algo similar está pasando con Dtoke, si en las primeras fechas era muy festejado su corte hardcore, en los últimos eventos parece haber entrado en crisis.
Todo lo dicho parece explicar el éxito de los dos punteros: Wos y Papo MC. Si bien el primero bajó en esta jornada sus puntos por debajo de su promedio, ambos parecen entender de manera implícita lo que Cacha dijo de manera explícita, es decir, que para ganar en la FMS, que para hacerlo hay que sumar puntos, y que para esto, hay que tener en cuenta todo: la planilla, el jurado, el público, el estilo, y no solo el contrincante ocasional que toca en una jornada o en otra. Siguiendo esta lógica, Wos se posicionó de contraataque ante un Stuart que estaba más pendiente de golpearlo que de sumar puntos en la planilla (este descuido, creo, es la explicación de su derrota). Papo, a su vez, rechazó una y otra vez los convites de Cacha de enfrentarse de manera directa y se concentró en su performance, en los puntos y, otra vez, obtuvo el puntaje máximo de la noche.
Cacha (izq.) recibiendo un punchline de Papo (der.) PH: @MaiaMassellaPH
Papo MC vs Cacha: guerra total.
Aunque los puntos finales marquen una gran distancia entre uno y otro de los MC, la batalla fue emocionante. Cacha se animó a desafiar a un Papo puntero y, por muchos momentos, pareció lograr su cometido. Desde un inicio, incluso desde la presentación ante el público rosarino, lo vimos confiado en su objetivo, usando el doble tempo como marca de estilo y nombrando a este nuevo enfrentamiento como la revancha de la polémica realizada en 2016. Igual que en aquella, lo vimos moverse de un lado a otro, repleto de vitalidad, tanto, que si el Papo al que se enfrentaba hubiera sido el de antaño, el veredicto hubiera sido otro. Pero el Papo 2018 parece invencible, al menos, en el suelo de la FMS. Pero sigamos con la performance de Cacha, algo inédito fue que le declarara la guerra a todo: argumentando que en otras batallas las había perdido porque Dtoke estaba de jurado; atacando a un Klan que le hacía gestos desde su lugar y, finalmente, desafiando a todo aquel que se pusiera en su camino. Un poco más allá, cuando estaban transitando el enfrentamiento “a sangre”, y Papo parecía imponerse desde lo técnico, Cacha se plantó en la mesa del jurado y les exigió parcialidad a la hora de anotar en la planilla. No creo que haya dado resultados reales -en lo personal creo que no hubo tanta distancia entre estos MC en puntos- pero el envión anímico fue clave para ver a un Cacha que creció a partir de ahí y logró su mayor nivel en el siguiente minuto, variando los flows y reafirmando que no le importaba ser él solo contra todos. Si Cacha lo enunció de manera explícita, como anticipé, Papo parece saberlo desde un principio y cuando vio el feroz ataque de su oponente se limitó a fluir con una voz calma, sin preocuparse siquiera por lo bueno que había hecho su oponente. Siguió sumando puntos planillas y logró 315 de éstos. Un detalle increíble de este entendimiento total de las reglas, lo dio una vez terminada la batalla. El público coreaba el nombre de su oponente y Papo, tranquilo, hizo el gesto de pedir permiso para sacarse una selfie con la gente, de más está decir, que las voces cambiaron de nombre.
Replik (izq.) atacando a MKS (der.) PH: @MaiaMassellaPH
Replik vs MKS: ¿el agotamiento de un recurso?
Como ya dije, no estoy para cuestionar sino para tratar de contar o explicar lo que veo, a pesar de esto, no puedo no decir que no estuve de acuerdo con que esta batalla llegara a una réplica. Si bien no fue la mejor batalla de Replik, durante las pruebas lo vi transitarlas de manera muy parecida a otras en la cual los resultados lo favorecieron y a MKS no lo vi mucho mejor que en otras batallas en la cual lo perjudicaron. A pesar de esto voy a intentar describir lo que sucedió. La batalla tuvo dos momentos, en el primero Replik dominaba y esto empezó a terminar cuando sale la temática “Interior”. Este último hace una crítica a la falta de oportunidades que tienen los gallos de las provincias, intentó hacer un mea culpa y dijo que ellos -incluyó a su adversario- habían tenido suerte. A partir de este momento, MKS dio vuelta el predominio desde la actitud, habló de su larga carrera y aseguró que no había tenido suerte sino que él mismo se la había ganado. Luego, una y otra vez golpeó sobre este punto débil hasta que logró un punchline fuerte, de esos que te sacan de una competencia de eliminación directa. Le dijo que la única calle que conocía era la que iba del colegio a su casa. Esta misma manera de golpear, es decir, encontrar un punto débil del adversario y estructurar en un mismo sentido una y otra vez, ya le había dado buenos resultados en la segunda fecha contra Stuart, en la cual, este se metió con su madre y desde ahí, MKS tomó el control. Concluyo mi desacuerdo argumentando que si la competencia hubiera sido directa no me hubiera parecido mal como no me pareció cuestionable la réplica, lo que no me queda claro es cómo la planilla no le dio mejores números a Replik. Quizás, volviendo a la introducción de esta nota, abusó de un tipo de recurso que, si bien le dio muy buenos resultados en las primeras jornadas, se agotó de tanto repetirse. En este último sentido, la explicación de la falta de puntos en la planilla, estaría más en una dinámica de variación que sorprenda a los jurados y a los espectadores que en el uso de un recurso repetido para sumar barra tras barra.
Stuart (izq.) en su batalla contra Wos (der.) PH: Dylfotografia
Wos vs Stuart: de contraataque.
En la nota previa me preguntaba qué estrategia debía tomar un Stuart de local y con todas las miradas puestas en él, para intentar ganarle a uno de los MC más regulares del torneo. Me interrogaba: ¿tiene que atacar de manera directa o tiene que centrarse en intentar achicar la distancia de handicap que los separa? Decidió seguir el primer camino y, a pesar de que logró buenos argumentos, los puntos planilla lo terminaron dejando atrás en el marcador final. Uno de esos buenos argumentos fue cuando: por un lado, le dijo que lo apoyaba como compatriota para que gane la internacional, que iba a hinchar por él; pero por el otro, aseguraba que si él mismo no lo iba a acompañar en esa defensa del rap argentino era porque Wos había votado a Dozer (gallo que le ganó en la final de la Red Bull nacional y, en la cual, Wos era jurado). Esta línea de ataque la mantuvo en varias oportunidades (de distintos modos) y si no fue más efectiva fue porque su oponente utilizaba estos golpes para contraatacarlo. Uno de los fuertes de Wos es la respuesta y ante un gallo de ataque directo como Stuart fue el arma principal que le permitió neutralizar los efectos de los aciertos de su contrincante. Más allá de lo dicho, hubo un momento muy interesante de Stuart que me parece muy rico mencionar. En el primer minuto de “a sangre”, Zone puso una base de trap y el rosarino la siguió de manera admirable, mostrando un doble tempo elaborado con tresillos (cualidad que no había mostrado antes) y que hizo levantar al público y que, por momento, pareció ser el mejor arma para lastimar a un Wos que sigue de muy cerca al puntero.
Klan (izq.) siendo atacado por Dani (der.) PH: @MaiaMassellaPH
Klan vs Dani: poseídos por el hip hop.
Otra vez, como en la segunda fecha y la tercera, vimos a un Klan conectado con el rap. Incluso mucho más que en la tercera -en la cuarta no se encontró-. En ésta, se lo vio muy fuerte, creativo con los golpes y, fluyendo -por momentos- de manera muy extraña, como si estuviera haciéndolo en un mar de sonidos que encajaban con la base pero que parecían estar por encima, en otro nivel, de la propia voluntad del MC. Como si la vieja teoría de la inspiración fuera cierta, el gallo parecía estar hablando por la voz de las musas; o dicho de otro modo, parecía poseído por la propia voz del hip hop. Ante esto, Dani no podía soltarse, a tal extremo, que ambos lo dijeron de manera explícita, hablaron de estar “cebados o no” en un par de intercambios. Luego, Dani logró conectarse por momentos con su estilo y soltar algunos punchline muy bien armados a partir de mantener una rima y multiplicarla. Lo interesante de este enfrentamiento fue, como dijimos en la nota previa, que ambos parecen ser gallos que apuestan al presente -creencia que los vuelve MC irregulares-, y rechazan encontrar estructuras de oficio que les permitan improvisar de manera más segura. De este modo, piensan al freestyle como un fenómeno cien por ciento improvisado, tanto, que el quedarse en blanco o trabarse -como le pasó algunas veces a Dani en esta jornada- no es visto como la peor de las opciones sino como gajes del oficio: un precio que hay que pagar si uno quiere improvisar de manera real.
Trueno (izq.) en plena batalla contra Dtoke (der.) PH: @FranciscoBlas
Trueno vs Dtoke: el subibaja.
Esta es la otra batalla que no estuve de acuerdo con la puntuación, en este sentido, me pareció que era de Trueno sin réplica. En la previa me preguntaba que iba a hacer Dtoke en una competencia que propone algo más que el enfrentamiento directo, y que, con el correr de las fechas ha puesto en cuestión la dinámica de golpe y humillación como únicos recursos. En este sentido, desde la presentación, lo vimos apostando al hardcore de manera directa, incluso, estructurando en pareados en la mayoría de los casos (recordemos que este golpe es el más efectivo para lograr el efecto de punchline directo, aunque suele ser cuestionado por su simplicidad). A pesar de que parecía apostar al su estilo con mayor decisión que otras veces y que, por momentos, logró algunos buenos golpes, en general se lo vio incómodo y, de a poco, perdiendo ese impulso inicial. Trueno, en cambio, mantuvo su nivel con muy buenas respuestas e iniciando el ataque sin perder el hilo propuesto por las diferentes pruebas. En este sentido, desde el principio no solo lo vimos mantener una buena coherencia con el uso de las palabras sino que las utilizó para atacar a su oponente. Si bien no es una novedad, desde la primera jornada se presentó como un MC con recursos variados, no había obtenido puntos hasta esta batalla. La explicación de ésta falta de puntos, tal vez resida en que, si bien es un gallo completo, no es un gallo que utilice tantos recursos métricos sino que suele usar aspectos musicales para elaborar su flow. Esto, en un torneo donde no es valorado tanto este tipo de fluido. Otra variable que puede explicar por qué sus recursos no son consecuentes con sus puntos es, como señalé al inicio, que no encontró un rasgo diferenciador que le permita sobresalir del resto de los MC. Antes, en El Quinto Escalón por ejemplo, aparecía como una promesa y su ropaje era su niñez, ahora, como adolescente y en la FMS no parece transmitir (no hablo por mí, yo sí lo percibo) todo su potencial.
Epílogo: mise en abyme.
Antes de la última batalla, el director del streaming enfocó al Misionero presentando el último acto y sucedió por accidente: en la pantalla de fondo se produjo una puesta en abismo; es decir, en la pantalla apareció una pantalla con una pantalla adentro con una pantalla adentro con una pantalla adentro, así, así, hasta el infinito. El director, inmediatamente, cambió de plano. Supongo que se sorprendió por ese laberinto de imágenes sin salida. Luego, unos segundos después, se animó a poner esa imagen de nuevo, pero esta vez, lo hizo de manera intencional. No sé si el director sabía lo que estaba haciendo pero -eso no importa acá- estaba formando lo que los franceses llaman “mise en abyme”, un recurso artístico muy complejo porque supone algo esencial del arte, pues, este recurso enuncia un tipo de recursividad que devela que el arte es una ficción -un juego complejo, intrincado, pero un juego, un simple juego, al fin- donde las reglas son una convención y, por lo tanto, relativas. No cuento esto como simple curiosidad, sino que creo que una de los aspectos positivos de la FMS Argentina es -mucho más allá de esta imagen, y mucho antes de ésta- su inclinación a acercarse al arte y su modo especial de manejarse con las reglas. En arte, las reglas están para que sean transgredidas, y justamente en esta transgresión, surge el estilo de un artista. En este sentido, en esta quinta fecha vimos a un Cacha lanzarse en contra de todos en una competencia en la que se siente infravalorado (y quizás tenga razón, y quizás también, manifestar su desacuerdo le permita salir de ese lugar); a un Klan casi poseído arriba del escenario en búsqueda de encontrar su lado auténtico; a un Papo estratégico que bajó la voz cuando su oponente la subió para minimizar el ataque ajeno; a un Dtoke intentando duplicar su estilo hardcore en un momento que su estilo parece perder el efecto, y así, porque en la versión local el juego es total y no basta con cumplir con las pruebas propuestas sino que más bien hay que encontrar un modo de hacerlo, de transmitir algo que exceda el oficio de ser un freestyler de manera literal, porque un buen gallo, parece sugerir la versión argentina, no sólo tiene que rapear de manera afortunada sino que tiene que ser capaz de entender las reglas de juego que -como vimos- se hacen y se deshacen en un laberinto que se bifurca constantemente.
Datos
Infranich es Profesor en Letras. A partir de estas notas colaborará con Urban Roosters escribiendo y analizando sobre la FMS Argentina. En la actualidad tiene una canal de YouTube llamado “Escuela de Rap” en el cual analiza y teoriza distintos aspectos de la cultura Hip Hop. Su mirada tiene en cuenta aspectos técnicos (cómo rimar, cómo usar procedimientos), aspectos artísticos (cómo hacer una maqueta), incluso aspectos históricos (orígenes y evolución), musicales, sociales, literarios, etc. También dirige una editorial de poesía llamada Goles Rosas.