Por Infranich
Cada vez que termina una jornada de FMS hay un periodo de limbo (ni cielo ni infierno) en el cual vamos bajando la adrenalina, hablamos con incertidumbre o certeza, nos preguntamos con interés, discutimos tímidamente o descaradamente, comentamos, y así. Luego nos dispersamos y, poco a poco, nos vamos quedando solos, con nuestras cabezas.
Son las 23:15. Esperamos en un pasillo que llegue el colectivo que nos lleve al hotel, terminó la sexta fecha y estoy muerto, literal. Hablamos bajito, algunos entre nosotros, otros con sus celulares. Fue una buena jornada, me digo, mientras me desplomo en el asiento del micro. Al lado está Klan, y del otro lado Sub. Me duermo, apenas unos segundos, pero me duermo profundo. Después, indirectamente, me despierta Klan. Está mandando un audio y dice:
-Perdí pero estoy contento -se acerca el micrófono a la boca y, luego de un breve resumen, concluye- sacó lo mejor de mí.
Me conmueve. Esa palabras son de una persona alegre, un rapero de vieja escuela que sabe que el respeto está por encima del resultado. Mecha lo hizo rapear mejor, eso siente, y festeja en ese audio por los dos. Me sonrió y vuelvo a cerrar los ojos. Alguien pregunta por la tabla. Intento hacer un resumen mental pero no puedo, finalmente, la busco en el celular: Papo alcanzó a Dtoke y ahora comparten la punta con 13 puntos. En el segundo puesto está MKS con 12; y si seguimos la lista, Cacha con 11, Stuart con 8, Trueno y Klan -con una fecha menos- también con 8, Nacho con 7, Sub con 4, y Replik, cerrando, con 3.
El colectivo se mueve por las calles de Rosario. Miro por la ventana, es una ciudad hermosa. Otra vez me distrae el celular. Tengo un mensaje de Dybbuk que se ríe de una de mis historias de Instagram. En los minutos de presentación no sólo grabé un par de vídeos sino que también subí un pequeño análisis gracioso de los lugares de enunciación de cada uno de los MC. Si en las primeras jornadas me llamaba la atención que no los utilizaran, esta noche los exprimieron al máximo.
El modo de presentarse ante el público es fundamental porque genera un plus, una serie de narrativas que funcionan como fundamentos de las palabras que se ponen en disputa. Así, Nacho se presentó como un tipo “sencillo, firme y decidido”; Stuart como el ejemplo de que se puede progresar, porque “si yo puedo, ustedes también”; Papo como el dueño del juego, por eso, nos recibe “en bata”; y así. En esta dinámica, MKS hizo algo inesperado, se presentó como alguien de otro planeta y, luego, jugó con varias entradas que aludían al Diego.
Llegamos al hotel. Estamos bajando del colectivo. Adelante mío está Dani. Hace unas horas me confesó que extrañaba las batallas. Pensá, me dijo, que “nunca había estado tanto tiempo sin batallar”. Me quedé mirándolo. Qué lástima, pienso, el año pasado se sentía cansado, quizás, como lo está Replik ahora. ¿Por qué en el momento de mayor éxito de las batallas, en este presente en que pueden vivir de esto, muchos MCs pierden las ganas? Tipos que antes lo hacían solo por gusto. Vamos, dice alguien, y lo repite, “vamos, bajen”. Algunos fans están apostados en la puerta y exigen su recompensa. Me quedo colgado con eso: con Dani, con Replik, con las ganas…
Ya estamos esperando los ascensores. Ahora son las 23:40. Nos separamos en dos grupos y subimos a los distintos pisos. Hoy no está Trueno entonces no hay caramelos. Un fenómeno increíble de la FMS Argentina son los caramelos de Trueno. Las Mateistas son las mejores fans del planeta. Así que, esta noche, además de haber extrañado ese flow celestial, nos quedamos sin la posibilidad de robar algunas golosinas para antes de dormir.
En ese momento, en la soledad pos jornada, suele surgir muchas de las ideas para esta nota; y es, a su vez, cuando logró captar los rasgos fundamentales de cada jornada. Lo intento pero estoy muy cansado. Son las 0:32. Me imagino a todos los participantes en esa soledad de sus camas, intentando dejar atrás la jornada, relajarse y dormirse. Eso es el infierno, me digo. Nosotros mismos, la almohada suele ser el mejor abogado o el peor juez. Me acuerdo del audio de Klan, de Sub contento a pesar de la derrota, de Papo riendo porque pudo disfrutar la batalla. De repente tengo la idea. Busco una canción en Spotify, me pongo los auriculares y la dejo correr: el infierno está encantador.
¿Son, por acaso, ustedes, hoy, un público respetable?
¿Pueden, acaso, beber el vino por ustedes envasado?
¿Puede alguien decirme: «Me voy a comer tu dolor»
Y repetirme: «Te voy a salvar esta noche»?
(…)
MKS vs Nacho, ¿de qué planeta viniste?
Como era previsible fue una batalla de golpe por golpe. Nacho empezó un poco mejor, más concentrado en el easy y hard mode; luego, MKS logró emparejarlo a partir de la segunda temática y la batalla se abrió. A partir de este momento, Nacho siguió golpeando de manera regular como es su característica pero sus golpes no alcanzaron ante un MKS que si bien era menos regular, a su vez, era más contundente en sus punchlines. Lo interesante del resultado de esta batalla es que no sólo dejó a Marcos a solo un punto de los de arriba sino que dejó a Nacho en la parte de abajo. Como paradoja, a Nacho se lo ve cada vez más adaptado al formato, tanto, que el uso de skills es un recurso que ha ido creciendo jornada tras jornada. Este hecho, a pesar del riesgo, parece ser un buen síntoma de confianza para los próximos encuentros; sin embargo, el devenir de los descensos, lejos de estar claros, parecen estar más al rojo vivo que nunca, incluso, más que el año pasado. Volviendo a MKS, el triunfo directo lo dejó muy prendido a la pelea del campeonato. Si había empezado con menos precisión, en las últimas jornadas lo vimos logrando muy buenos rendimientos (no sólo contra Papo sino también contra Aczino en la internacional). Si tenemos en cuenta, a su vez, que en la temporada pasada consiguió el tercer puesto y, también, lo hizo potenciandose hacia el final, las próximas jornadas serán decisivas para ver si está en condiciones de quedarse con el primer puesto.
Papo vs Sub, arriba y abajo.
Esta batalla, como lo anticipamos en la nota previa, tenía un doble valor: por un lado, tenía importancia en relación a la punta; por el otro, en la pelea por la permanencia. En este sentido, el triunfo de Papo lo posicionó en el primer lugar y dejó a Sub en un lugar muy comprometido. Más allá de los resultados, de los fríos números, el marplatense se mostró muy contundente en el uso de los skills y el flow, tanto, que en el minuto libre lo vimos fluir de un modo muy peculiar: conectando los golpes jugando con lo musical de las palabras y repitiendo un latiguillo sonoro que acompañó con un baile que hizo estallar tanto al público como a sus compañeros de liga. Este Papo “en bata” es una nueva versión del gordo forrero y, al igual que lo vimos en Valencia, desarrolla un rap más cercano a la estética del freestyle que al pragmatismo de las batallas. Por el lado de Sub, a pesar de que la derrota lo dejó en la zona de abajo; logró, en el último tramo del a capela, conectarse con el público y, recuperar gran parte de la distancia que le había sacado el marplatense. A pesar de que no alcanzó, una vez terminada la batalla, se lo vio sonriente. Cuando le pregunté, me dijo que había logrado recuperar parte de su esencia en el escenario, y eso, era un buen síntoma. Me quede charlando y le dije que pensaba: cuando logra sumar al público en el armado de los golpes, los remates suelen sonar muy potentes. En este sentido, suele apelar a la gente en las primeras barras, estas suelen arengar y hacer crecer la tensión, para luego, solo luego, montar el punchline. Generalmente, esto sucede después de lograr un buen golpe, y luego, suele usar este viento a favor. Lo malo -le digo, y ahora lo digo acá- es cuando no logra romper la cuarta pared.
Stuart vs Replik, el poeta y la luna.
Esta batalla era fundamental desde lo deportivo, se viene el final del torneo y el fantasma de los descensos empieza a girar en torno de los últimos puestos. En este sentido, el ganador podría, como lo hizo Stuart al ganarla, salir de esta zona de peligro. A pesar de esto, de que era una batalla que enfrentaba a MCs de manera directa, es decir, que ganar era, a su vez, robarle las posibilidades al otro, la batalla tuvo momentos raros donde los argumentos parecían perderse en la incerteza. Durante todo el torneo, Replik se subió a escena evitando atacar a su adversario, en cambio, parece querer transmitir un mensaje. En el minuto de presentación, como dijimos, habló de la luna, y no sólo esto, sino que la adjetivo dándole su misma propiedad: “Luna lunera”, dijo. Lo interesante es que la luna en el mundo literario suele ser el símbolo de la soledad, el objeto que acompaña a los poetas y los inspira. El uso de esa figura que aparece en todas las jornadas y parece cifrar, a su vez, una postura tomada en relación al rap, el hip hop y las batallas. Sin dudas, estos temas tan elevados hacen difícil discutir lo pragmático de la batalla. En este sentido, Stuart por momentos lo atacaba de manera directa, pero otras, se perdía en ese devenir de ideas abstractas. Finalmente, en el minuto a capela, pareció romper el hechizo y lo golpeó de manera certera. Le preguntó por qué rapeaba si no tenía ganas. ¿Lo hacía por dinero? Luego lo siguió atacando desde ese punto y consiguió ganarle.
Cacha vs Dtoke, la ley del coraje.
A Cacha le costó pero consiguió sacarle el invicto a Dtoke que llevaba siete fechas sin perder. No es tan sorprendente que haya ganado al puntero sino cómo le ganó. Si el año pasado lo había hecho a partir de desafiarlo en el terreno técnico, esta vez lo logró en el terreno crudo de su oponente. Si en aquella oportunidad, lo había convidado a pelear en el campo de la destreza, y luego, en el minuto libre había conseguido una distancia, justamente, en el escenario del doble tempo; esta noche la batalla se puso picante en el suelo hardcore de Dtoke. En este sentido, cuando Dto intentó desestabilizar a partir de la puesta en escena -amenazandolo con que no lo toque, invitándolo a seguir la batalla en la calle- Cacha no sólo no se achicó sino que lo enfrentó. Interesantemente, Cacha no intentó desviar la discusión, llevarla a lo seguro sino que decidió permanecer en ese campo que, si bien es una ficción y una batalla no es más que una batalla, es un recurso fundamental del porteño. A pesar que durante todo el enfrentamiento se dio esta dinámica en la cual el de Lobería le devolvía golpe a golpe los ataques de Dtoke, los cuatro jurados dimos réplica unánime. Una de las razones del porqué de esta decisión, creo, está justamente en el modo en que afronta Dtoke las batallas este año. En este sentido, en el minuto de respuesta respondió, y no sólo esto, sino que anunció que su rival no lo había hecho en el suyo. No respondió una, dijo, intentando dos cosas: por un lado avisarlo, por el otro, insinuar que su oponentes se las escribía por eso no podía responder. Estas intervenciones extradiegéticas, por fuera de las pruebas, le permiten -comúnmente- hacer golpes tácticos que suelen incomodar al oponente. En la réplica fue de Cacha de manera unánime.
Mecha vs Klan, nueva y vieja escuela.
Sin dudas la última batalla de la noche fue muy encendida. La exhibición programada por enfermedad de Trueno nos permitió ver a un Mecha muy certero. Si bien es la primera vez que se presenta en el formato de la liga, se desempeñó como si fuera un experto. En este sentido, lo vimos no sólo golpeando como es su especialidad sino también buscando sumar puntos extras, tanto de flow, de skills como de puesta en escena. Sin dudas, si logra ascender, será un gran competidor en el formato. Mecha es un MC completo que si bien pertenece a una nueva generación más formada en las redes que en las plazas, ha recorrido el circuito y se ha adaptado perfectamente a las exigencias. Si los freestylers de su generación suelen ser más deportivos en tanto crecieron viendo batallas desde este punto de vista; el cordobés, a su vez, suele moverse en el escenario mostrando actitudes bien raperas que van más allá de la estricta competencia. Esta noche, acorde a esto, lo vimos adaptar su freestyle a cada una de las pruebas y a los distintos momentos de la batalla. Klan, por su parte, lejos de achicarse y, como él mismo dijo en ese audio que escuché de casualidad, pudo sacar parte de su mejor rap. Es decir, un estilo creativo que, a su vez, se hace fuerte en el público como si fuera una marca registrada. Algo muy interesante de esta batalla fue ver cómo la dinámica de la nueva y la vieja escuela se ensamblan a la perfección y, lejos, de restar o dividir, potencia el rendimiento de ambas: una como amenaza, la otra como experiencia.
Epílogo: El Albatros
Uno de los poemas más conmovedores de Las flores del mal se titula “El Albatros”. En este, Baudelaire cuenta la historia de unos marineros que se divierten cazando esos pájaros enormes. Para atraparlos, usan una técnica que consiste en humedecer la proa y, ni bien apoyan los pies en ese suelo, esos reyes del aire se vuelven torpes e inútiles y, sus magníficas alas, unas pesadas anclas. Los marineros del poema se burlan de este espectáculo grotesco, incluso, le queman el pico con una pipa. Para terminar este cuadro, el francés traza un símil entre esos albatros y el poeta, un tipo que en el reino de las palabras y la cultura tiene la gracia del vuelo; pero, en el mundo terrenal, apenas pueden caminar y se vuelven el hazme reír del resto de la sociedad que no entiende su espíritu. Este poema, fue escrito en un momento en que la escritura entraba en el proceso de la modernidad y, el artista, deja de ser el protegido del rey para tener que buscarse un lugar entre el público anónimo. En esta dirección, muchos escritores tienen que conseguir puestos en los diarios de la época para sobrevivir. Así, sus escritos tienen que adaptarse a este formato y, muchos de ellos, se sienten ridículos. Lo que quieren escribir y lo que el público quiere escuchar son cosas muy distintas. ¿Qué hacer? Si quieren comer tienen que adaptarse a costa de cercenar su sensibilidad artística; si no lo hacen, su profesión se vuelve inútil, algo que no tiene valor para nadie. Los artistas tienen, no les queda otra, que asumir el costo de elegir. Sea como sea, este periodo de profesionalización generó un gran trauma en los escritores de esta época. Por algún motivo, cuando veo la escena actual de hip hop siento este mismo sabor a Déjà vu, en un momento decisivo, en el cual el rap deja de ser un movimiento underground y se vuelve, justamente, un fenómeno de masas.
Datos
Infranich es Profesor en Letras. Juez de FMS Argentina y cronista de Urban Roosters. En la actualidad tiene un canal de YouTube llamado “Escuela de Rap” en el cual analiza y teoriza distintos aspectos de la cultura Hip Hop. Su mirada tiene en cuenta aspectos técnicos (cómo rimar, cómo usar procedimientos), aspectos artísticos (cómo hacer una maqueta), incluso aspectos históricos (orígenes y evolución), musicales, sociales, literarios, etc. También dirige una editorial de poesía llamada Goles Rosas.