Seguro que muchas veces habréis escuchado en el mundo de las batallas el “éste no compite como entrena”, “llevo mucho tiempo sin disfrutar compitiendo” o incluso “vomito varias veces antes de cada evento”. Motivos por los que se puede bajar el rendimiento o que, incluso, te pueden llevar a alejarte de las batallas. ¿A qué creéis que se debe?
Pueden ser muchos los factores que nos lleven a no sacar nuestro máximo potencial durante las batallas o a no ser capaces de disfrutar en ellas, a dirigir la atención hacia sitios donde no deben estar (el qué dirán, los jueces, los comentarios…). Dejando de lado el verdadero motivo por el que empezamos a hacer freestyle.
El camino hacia la profesionalización que está cogiendo el freestyle con las ligas (FMS España y próximamente Argentina), los nuevos formatos de votación por parte de los jueces y la creación de la federación de Rap freestyle (FRF) aumenta el nivel de rendimiento y exigencia al que se ven expuestos los participantes. Esto puede producir mejoras dado que los freestylers se ven obligados a entrenar más horas para adaptarse
a los nuevos formatos competitivos pero, a su vez, puede aumentar el nivel de exigencia y la necesidad de poner a punto la mente. Es en este momento donde entra en juego la psicología deportiva.
Ésta será la primera de una serie de entradas en las que iremos introduciendo aspectos relacionados con el entrenamiento mental en las batallas.
La psicología deportiva o entrenamiento mental está ganando cada vez más relevancia por su gran aportación a la hora de acompañar a los deportistas hacia sus objetivos. Contar con un psicólogo deportivo puede suponer en muchos casos la diferencia entre alcanzar una meta o quedarse en el camino.
El psicólogo deportivo abarca categorías desde el alto rendimiento hasta deporte amateur mediante sesiones individuales (presenciales o via Skype), sesiones grupales y trabajo en vivo, en el que se ponen en práctica las herramientas aprendidas previamente.
Son muchos los deportistas que trabajan con el psicólogo deportivo para buscar y mejorar aquellos factores que limitan su rendimiento y potenciar aquellos aspectos que ya están bien y que nos dan seguridad a la hora de competir. El freestyle es un deporte completamente mental, por lo que la importancia de trabajar este aspecto puede resultar crucial para mejorar rapeando.
Posibles aspectos a trabajar por un psicólogo deportivo:
- Motivación, establecimiento de metas claras y realistas
- Organización del tiempo y del entrenamiento. Compaginar estudios y deporte
- AUTOS: Autoconcepto, autoestima y autoconfianza
- Regulación emocional, del estrés y presión durante las competiciones
- Gestión de las redes sociales
- Retirada y proyecto de vida deportiva
En la próxima entrada introduciré la variable psicológica de la atención: componentes, hacia donde dirigirla para mejorar nuestro rendimiento y algunos «tips» para entrenarla.
Por Diego Guijarro
@PsGuijarro1
Make it real con urbanroosters.com la plataforma original de competiciones de Freestyle.
