Por: Adrián Ruiz (@adr1_98)
Como bien es sabido, el formato FMS posee una gran complejidad a la que no todos pueden hacer frente. Requiere una gran exigencia y en él se deben combinar diversidad de habilidades para lograr llevarlo a cabo: constancia, agresividad, fluidez y, sobre todo, experiencia. Este último factor es el único que no puede entrenarse y, tan solo, se consigue una vez que se llega a la élite.

Tal es así, que, los freestylers recién ascendidos, a pesar de llevar compitiendo durante meses en múltiples competiciones, no logran, por regla general, comenzar con buen pie en los grandes escenarios de FMS. De hecho, si nos ceñimos a España, de los 15 competidores que han ascendido a lo largo de la historia a la liga, tan solo, cuatro de ellos han empezado con una victoria.
Con la finalización de FMS Granada podíamos observar como este dato se acentuaba. Ni Mounts, ni Jesús LC, ni LE33 lograron estrenarse en la liga de las estrellas con un triunfo. De hecho, los tres cayeron derrotados de manera directa ante Chuty, Tirpa y Blon, respectivamente.
De esta manera, se unen a los debuts frustrados de otros tantos ascendidos, como Walls, Force, Sara Socas, Sawi Elekipo, Gazir, Khan, Hander y Míster Ego. Estos últimos, a pesar de haber competido en la primera temporada de FMS España, no lograron comenzar con buen pie tras volver a ascender.
En el lado opuesto, podemos destacar la presencia de Sweet Pain, Bnet, Mnak y Tirpa. Estos cuatro freestylers son los únicos que, tras lograr su ascenso, empezaron con victoria en FMS España. Bnet lo hizo durante la tercera temporada, en una batalla histórica en la que se impuso a Force. Por su parte, los tres restantes, lo consiguieron durante la cuarta edición de la liga. Tras haber disputado un ranking de ascenso frenético, Sweet Pain derrotó a Blon en su primera batalla oficial. Misma suerte corrieron Mnak y Tirpa, quienes se impusieron a Khan y Míster Ego, respectivamente.
Con estos datos podemos comprender la gran exigencia que presenta el formato, así como la importancia de la experiencia y regularidad adquirida, solamente, participando en él. Un formato en el que, a pesar de las dificultades iniciales, puede dejarnos momentos históricos cuando los freestylers se encuentran totalmente adaptados.