Un aura de misterio rodeaba las fechas de la primera temporada de FMS México, pues la gente se cuestionaba muchas cosas acerca de determinados gallos. Sin embargo, Potencia se consagró a lo largo de las nueve fechas con un estilo que ha quedado grabado en la memoria de aquellos amantes de la disciplina.
Puede que a simple vista su séptima posición refleje una temporada mediocre peleando por no descender, pero no fue así para nada. Hay que recordar que competidores como Trueno, que había quedado en posiciones de descenso en su primera temporada, dejaron un alto nivel que tardó en cuajar dentro de los casilleros. En este caso encontramos algo similar.
Reconocido en plazas, no bajó el nivel micrófono en mano. Cada jornada, puntuase o no, dejaba destellos. Ya fuese por su ingenio, su construcción de frases o manejo de conceptos, Potencia demostró de menos a más que el formato no le suponía un problema. Tras una temporada de adaptación puso su nombre en el mapa, pues cerró el año de una manera muy peculiar tras dar un batallón mayúsculo a Teorema, campeón chileno, en la clasificatoria a la FMS Internacional. No venció, pero quedó claro que es un hueso duro de roer, especialmente en las temáticas, y dio un aviso de las altas aspiraciones que tiene para este año.
Artículo redactado por Alonso Gamero, miembro de la Urban Roosters Army.