¿QUÉ NOS DEJÓ ESEZETA VS EL MENOR?

La promesa chilena en contra del ascendido. De esta manera, se perfilaba, a priori, el enfrentamiento entre Esezeta vs El Menor, dándole cierto misticismo atractivo a una pugna por calibrar la proyección de cada uno dentro de la liga, cómo se perfila su desempeño de cara a la temporada y, sobre todo, dos jóvenes talentos nacionales que alcanzaron el estrellato máximo dentro de la misma competencia. Habiendo tenido ya una jornada, los espectadores llegaban al enfrentamiento con nociones de lo que podrían encontrarse: por un lado, un Esezeta dando buen nivel, con algunos destellos importantes, muy apegado a su estilo, pero que aún parecía estar terminando de adaptarse al formato; por otro, chocaba con un El Menor que daba la sensación de no acabar de encontrarse sobre la tarima, pese a su año de experiencia en la competencia.

Las primeras rondas transcurrieron sin que ninguno de los dos sufriera grandes incidentes ni despegues, con un Esezeta que, sin resultar demoledor, se presentaba constante y firme en el uso de las palabras, frente a El Menor algo más dubitativo, irregular y con algunos trompicones notorios para hilar las ideas. Esta tendencia se transmitió a ambas temáticas, en las cuales ninguno pareció lograr encontrar la comodidad absoluta; sin embargo, Esezeta encuentra cierta regularidad en sus ataques y conceptos que lo continúa situando por encima, mientras El Menor lanza bastantes técnicas que, aunque dotadas de gran calidad,  no puede terminar de enlazar y pareciera que les cuesta encontrarle un rumbo fijo.

Ya entrados en el Random Mode, el oriundo de Chiguayante comienza a despuntar claramente, aferrándose del componente cultural de la temática para jugar con ella en varias direcciones, golpeando con varios ataques contundentes en el estilo en el que más acostumbra, dotándolos, de la misma manera, de un potente ingenio y una coherencia sorprendente. La mayoría de sus intervenciones resultan dinamitantes, haciendo explotar el enfrentamiento, y encendiendo al jurado y a sus compañeros; sin embargo, encuentra definitivamente la supremacía en el patrón que hace referencia a la obra Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, enlazándola perfectamente con la contingencia política nacional y la noticia que se les entregaba en el 8×8.

“44% de un impuesto adherido / ¿acaso creí que los libros están permitidos? / hermano, yo te resumo/ la historia del gobierno de Chile es Fahrenheit 451”.

Con un Esezeta que venía reafirmando y asentándose cada vez más en su superioridad, se suelta del todo en los minutos, dejándonos dos grandes intervenciones impregnadas de estilo y musicalidad, relacionadas con la situación actual del menor dentro del movimiento y este aparente cambio de posición respecto a su trabajo. De este momento, es imposible no ensalzar la que, sin lugar a dudas, es la mejor rima de la batalla; además de ser coherente, es de aquellas rimas cargadas de verdad, un golpe de realidad de aquellos que logran dar “justo donde duele”.

“Ahora vo’ vení’ como que te provoco / vení a las competencias terrible loco/ eso no es real, y disparar tampoco / parece que has crecido mucho pero has madurado poco”, lo golpea Esezeta en su minuto de ataque, resultando ser un golpe “directo a la yugular” para El Menor, no tanto por su complejidad o elaboración a la hora de rimar, sino porque encuentra el punto sensible de su rival, lo cuestiona, le refleja una realidad incómoda que, a las propias palabras del freestyler sureño en la batalla, le entrega como un consejo para que analice su propio camino.

A pesar de que El Menor se muestra un tanto más sólido a partir de sus minutos, logrando dejarnos un par de frases interesantes, y con buenas métricas, tanto en estos como en el Deluxe, se encuentra con un rival que ya se ha agrandado del todo y consigue atajar todos sus envites en el escenario, evidentemente consciente de su superioridad, y no consigue presentarle gran pelea en ningún momento de la batalla.

De esta manera, Esezeta obtiene la merecida victoria directa y se lleva los tres puntos del enfrentamiento, quedando bien posicionado dentro de la tabla total, en tanto El Menor se mantiene en el último lugar. Sin embargo, luego de conocerlo y verlo explotar en nivel durante el año anterior, se confía de sobra en que vuelva a encontrar su rumbo en la tarima y retorne con el despampanante nivel que posee, que lo posiciona entre uno de los mejores freestylers en activo y de su liga.

<<Artículo redactado por Monserrat Becerra, miembro de la Urban Roosters Army>>