Por Bryan Vega
Para muchos, Ricto es el monarca de las estructuras en la escena internacional. Un título importante si observamos la gran cantidad de buenos exponentes que hay tras este estilo. Es uno de los que más ha logrado pulir esta técnica, dando paso a generaciones nuevas que se nota han sido influenciadas por su estilo.
Ricto en la jornada final del 2019.
Qué sería de la escena métrica sin tenerlo. Es desde el 2013 que se le empezó a ver en las batallas underground de Chile, logrando resaltar por su distintivo estilo que hacía a todos delirar con skills y multisilábicas fuera de este mundo. Un momento en que Ricto formó parte de un grupo de raperos, que con un estilo nuevo llegaron a cambiar el juego en la escena chilena. Una escena que poco a poco empezó a decantarse por un ascendente estilo métrico en desmedro del “punchline” que acostumbraba tener.
Es así como estas actuaciones en grandes competencias nacionales le hicieron merecedor de un puesto en la primera temporada de FMS Chile. Puesto que supo valer a medida que avanzaron las fechas, pero en el que al primer corte de temporada aún no se le veía completamente adaptado. Es tras la jornada cuatro, de Arica, donde Ricto comenzó a escalar puestos en la tabla.
Desde ahí en adelante, su nivel fue en ascenso, llegando a dar intervenciones magistrales de cómo domar las instrumentales y las dificultades que les suponen a los freestylers cada round de la competencia, superando además a grandes rivales en su camino como: Drose, Pepe Grillo y Tom Crowley, y logrando quedar finalmente en la cuarta posición de la liga.
Un mérito no menor, que le hizo replantearse la posibilidad de retiro que había anunciado. Gratamente su respuesta final fue positiva y formará parte del selecto grupo de freestylers que darán vida a la segunda temporada de FMS Chile. Oportunidad que Ricto, ya con más experiencia en el formato, aprovechará para pelear el título del mejor de los mejores y por qué no, representarlo en el extranjero.